Dictada por el reconocido Prof. Julio Manuel Pereyra.A continuación compartimos la reseña de la actividad, escrita por un integrante de la Subcomisión Educación Inclusiva de la escuela.
Nadie sabía a qué se expondría. El título de la charla “La Inclusión Educativa. Estrategias de Enseñanza” es tan abarcativo que no dice mucho. Del Profesor Julio Manuel Pereyra pocos tenían información, pocos lo conocían, pocos conocían su historia, de dónde viene, dónde vive, qué hace.
Todos los presentes fueron buscando algo que, probablemente, no tenga nada que ver con lo que se llevaron. El SUM del Colegio Estación Limay se nutrió de docentes que buscaban herramientas pedagógicas, Acompañantes Terapéuticas, MAIs, familiares de personas con discapacidad que fueron buscando una guía que los ayude a educar en casa.
Pero en cuanto el Profe Julio comenzó su exposición, como por arte de magia; todo trasmutó, y él se trasformó en una especie de Harry Potter que arrojando hechizos a diestra y siniestra fue jugando amorosamente con los presentes y con sus emociones. Pasamos de la risa al llanto, de la emoción al enojo, buceamos en nuestras creencias, en nuestras miradas, en nuestra “neurotípica” representación de las personas que no son neurotípicas y fuimos personas con autismo, con síndrome de down, con Tourette, con dislexia, con TEL, con TGD, con TDA, fuimos personas con discapacidad visual, con discapacidad motora, fuimos educadores y educandos, fuimos animales y volvimos a ser humanos pero mejorados, más humanos que cuando comenzamos el curso.
Nos puso, sin aviso, en una montaña rusa y nos dejó en el lugar justo en el que nos quiso dejar, en el de la certeza intelectual y el de la vivencia personal de que no existe una educación puntual para personas con discapacidad sino que hay una educación universal, respetuosa y eficaz para personas despojada de toda etiqueta.
Él hoy tomará su mochila, su pizarrón, su bendita tiza y seguirá recorriendo ese camino que tanto lo necesita. Llegará a algún rincón olvidado por la política y los gobiernos, se acercará a algún “gurí” y le brindará lo mejor de sí porque (adaptando el texto de una bella poesía hecha canción) quién dijo que todo está perdido, Julio viaja ofreciendo su corazón.
Hace un tiempo, un terapeuta de EEUU confesaba ante un auditorio lleno que si algo respetaba de Hollywood era que sólo en las películas que trataba sobre autismo hacía justicia. En las otras, sobre todo en las bélicas los norteamericanos siempre eran los buenos y el resto del mundo – incluso de otros mundos-, siempre eran los malos. Pero desde la recordada «Rai Man» hasta «El Contador» siempre detrás de cada caso de autismo había una familia atrás, sosteniendo, empujando, edificando por sobre un diagnóstico, abriendo camino entre un mar de burocracia, de lenguaje encriptado, de exclusión social y muchas veces de malas praxis terapéuticas. Esto es una realidad inobjetable, así como pasa en las películas pasa en la vida y la vida del Profe Julio es una vida digna de Hollywood. Por eso como padre, sólo puedo felicitar a esa familia uruguaya, a esos padres y a esas hermanas que han sabido crear las herramientas necesarias para que ese hombre que nos deja sin palabras sea ese faro, ese guía, ese modelo de coherencia que camina entre mortales tratando de pasar desapercibido mientras en voz baja va cambiando vidas.
Antes de terminar agradezco al Consejo Directivo del Colegio Estación Limay por la decisión de crear la Subcomisión de Educación Inclusiva, porque hablar de inclusión debe ser mucho más que una cuestión declarativa, es un derecho que hay que honrar y por el que hay que trabajar.
Gastón D`Angelo, integrante de la Subcomisión Educación Inclusiva y Vicepresidente Fundación Faro Patagonia.